Adoptar, viene del latín adoptare, que se compone de ad (aproximación o asociación) y optare (elegir, escoger, desear)
Siempre supe que quería ser mamá, soñaba con un niño y niña, pero la adopción jamás fue una opción.
Recuerdo haber ayudado en algunas ocasiones en eventos en casas hogar, pero nunca me puse a pensar mucho en esos niños, ni el por qué estaban ahí, ni que un día me gustaría adoptar a un niño en esa situación.
Después de recibir el diagnostico de síndrome de Down en nuestro primogénito, sinceramente no queríamos más hijos. Era una combinación de miedo a un segundo hijo con discapacidad y la idea de que el trabajo de criar a Elías sería muy pesado.
Cuando aun era pequeño, antes de la era del facebook, estaba en un foro de familias americanas que tenían hijos síndrome de Down , y ahí fue que conocí a las primera familias adoptivas, pensaba que seguramente eran familias con mucho dinero, paciencia extraoridinaria y quizás algo locos.
Y de pronto parecía epidemia! porque varias familias que tenían hijos de la edad de Elías, un poquito mayores o menores, estaban en procesos de adopción de un segundo hijo con síndrome de Down, y yo los leía con mucha curiosidad.
Sin planearlo, empecé a anhelar tener una hija con síndrome de Down.
El día que lo dije en voz alta:
- Mi esposo me dijo que nunca jamás en la vida adoptaría, mucho menos una niña con síndrome de Down.
- Familiares me miraban con cara de incredulidad
- Amigos me decían que estábamos muy jóvenes! que nos deberíamos de volvernos a embarazar.
- Elías necesitaba un hermano/a sin discapacidad que cuidará de él
Pero yo lo tenía claro, quería una hija con síndrome de Down, y no sólo la quería, sabía que en algún lado estaba esperando por nosotros.
No les quiero hacer el cuento muy largo, pasamos por muchas cuestiones personales y familiares,que pueden leer en Nuestro proceso de adopción, pero que creo nos sirvieron para adoptar por las razones adecuadas. No movidos por la lástima, solidaridad, ni por cubrir una necesidad de ella ni nuestra.
Y sin saberlo, nuestra hija estaba más cerca de lo que imaginábamos.
Han pasado 7 años y medio, desde que Eva está con nosotros, sé de familias que han adoptado niños con síndrome de Down en diferentes partes del mundo, incluso en Latinoamerica: Hermosillo, Cancún , Venezuela , Argentina y Chile y cada uno tiene su propia historia y camino.
Pero lo que tenemos en común no es un gran corazón, sino saber que la adopción es otra opción para tener hijos.
Hay mucho tabú al rededor del tema de la adopción, y si comparto con ustedes parte de nuestra historia, no es porque quiero que crean que soy maravillosa, cosa que no es cierto, sino porque quiero concientizar que adoptar es una manera de hacer crecer tu familia.
He pasado por los dos “procesos” el embarazo y la adopción, cada uno es diferente, único y especial.
“Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo se puede estirar o contraer, pero nunca romper”.
- Según cifras oficiales del INEGI, del 2012,dice que hay al rededor de 29,000 niños viviendo en orfanatos en México, de los cuales solo el 5% está disponible para ser adoptado, pero esto no es comprobable ya que no hay un censo.
- La mayoría de los niños en orfanatos del DIF, SI tienen familias por lo tanto no están disponibles para ser adoptados, de hecho el 90% de estos niños les fueron retirados de ellas por negligencia, maltrato, abandono, violencia etc por eso hay un programa en algunos estados que se llama Familias de Acogida
- Las adopciones son tardadas, cuando las parejas quieren bebés, la realidad es que casi no los hay
- Quienes necesitan ser realmente adoptados: grupos de hermanos, niños mayores de 5 años y niños con discapacidad
- Las adopciones por medio del DIF no tienen ningún costo
- En México, no puedes ver fotos de niños y escoger. Haces el proceso de adopción en base a preferencias de niño o niña, edades, discapacidad y algún grupo de hermanos.
- No se necesita ser millonario para poder adoptar, sólo tener solvencia económica para poder mantener a un hijo más.