Elías cumplió 10 años hace una semana
No me cayó el veinte como decimos por acá, hasta que faltaba un mes, que Elías iba para su primer década!
su primera foto a los 7 minutos de nacido |
Cada año es motivo de celebración, pero los 10 años son sin duda ALGO GRANDE, o al menos así lo sentí.
Justo una semana antes un médico me mando un mensaje, una pareja con diagnostico prenatal querían algo de orientación, después de varios mensajes pudimos concretar una llamada.
Les platique del nacimiento de Elías, de su crecimiento, me hicieron preguntas muy válidas, y que me dí cuenta que no importa si el diagnostico es prenatal o durante el nacimiento, tenemos los mismos miedos.
Miedo a como será su vida
Miedo a como serán nuestras vidas
Miedo a como serán la vida de quienes nos rodean
Ves como todos los sueños, metas, buenos deseos y anhelos se vienen abajo.
Sólo por escuchar “síndrome de Down”
Por un pequeño cromosoma la vida da un giro inesperado.
No fue fácil, durante meses con sólo decir “síndrome de Down” me ponía a llorar, no me mal interpreten amaba a mi hijo, pero el miedo a lo que significaba en nuestra y en SU vida pesaba más.
Jamás imagine que mi vida sería así.
Nunca me imagine siendo mamá de un niño con discapacidad (mucho menos de dos)
Tampoco imagine que un día lograría superar el terror de “que será de el?” o ese sentimiento de “pobrecito”
Y ni loca pensar que me convertiría en alguien de ayuda para los que venían detrás de nosotros.
En la iglesia tenemos un lema durante este año: DIOS PROMETE Y CUMPLE
Y ¿saben algo? lo he visto como realidad en la vida de mi hijo.
Aquella noche del 21 de Febrero del 2005 Dios me dijo a través de mi esposo que “a los ojos de las personas así como la madera mojada no puede arder, Elías no sería capaz de nada por tener síndrome de Down, pero con Dios así como el fuego ardió en esa madera mojada en el Monte Carmelo, así sucedería con Elías, el síndrome de Down no sería un impedimento“
No será un Pablo Pineda, y ME PARECE PERFECTO! Pero yo se que el síndrome de Down no es ni será un motivo para detenerlo.
Elias es un niño genial. que ha sabido ganarse a grandes y adultos.
Es un niño que te sorprende, que te hace reir, que te motiva a más.
Han pasado 10 años, hemos tenido momentos buenos y otros difíciles, momentos de llanto pero puedo mirar atrás y ver que han sido más los buenos.
Hemos aprendido a ver más allá de las características físicas, hemos aprendido que un diagnostico no define a una persona, y en lo personal he aprendido que mi gran ejemplo de vida es mi hijo.
Me dijeron que un día el llanto se convertiría en gozo, y puedo decir que así ha sido.
Estos 10 años sin duda han sido de mucho gozo, verlo crecer, verlo conquistar cada logro, verlo superar nuestras expectativas, verlo con salud, verlo ganarse a las personas
Aun nos falta mucho camino por recorrer, muchas barreras que derrumbar, mucho que aprender, mucho que conquistar, pero hoy me siento feliz, de verlo realizado, de verlo tan independiente como puede serlo un niño de 10 años. Verlo con sus amigos, en la escuela, en la tienda, en el parque. Verlo jugar, disfrutar, pelear, sonreír, protestar, superarse.
El desde hace años me dice que él es un “niño down” no se donde lo escuchó, ni que tanto entienda de su condición, pero espero que jamás se le olvide que es muy amado.