Ver los costos y gastos asociados con una adopción pueden ser abrumador. ¿Cómo alguien puede costear una adopción? El signo de dólar es grande, pero no cometas el error, eso no es lo que cuesta una adopción.
Una adopción cuesta más que lo que el dinero pueda comprar, porque la adopción es todo o nada.
Una adopción cuesta tiempo. Desde el momento en que decides adoptar hasta el día que mueras. No es sólo la papeleria, y la espera. Ni siquiera el viajar a otro país (adopciones internacionales) o estar lejos de tu familia y tu sistema de apoyo. Es un compromiso de toda la vida hacia otro ser humano a quien tu escogiste para que fuera tuyo.
Una adopción cuesta lágrimas. Muchas lágrimas. Llorarás durante el proceso de adopción, y ese es sólo el inicio. Llorarás porque ajustarse a un nuevo niño es didícil para toda la familia, y quizás veas a tus hijos biológicos batallando y te preguntarás si fue una buena decisión traer a un hijo nuevo. Llorarás porque quizás te sientas que no llegas a ningún lado, y la adopción es difícil! Y cuando empieces a comunicarte con tu hijo y que el lenguaje no sea una barrera, llorarás con las historias de lo que tu hijo tuvo que pasar, y te sentirás impotente. Llorarás por la injusticia y por la perdida que tu hijo cargará por el resto de su vida. Tu corazón se romperá con el de ella.
La adopción cuesta rechazo. Nos gusta pensar como un cuento de hadas, donde Dios brilla su resplandor y amor en tu hijo y el te ama de vuelta. Pero su pasado le ha enseñado que las personas pueden hacerle daño. El sabe lo es ser abandonad, y le tomará tiempo en confiar en alguien. Así que quizás quieras proveer tranquilidad, abrazarlo, mecerlo, pero el te rechazará porque el no sabe lo que es recibir amor. Pero sigue amando, tanto como sea necesario. El un día te sonreirá, te abrazará, y sabrás que pudiste romper ese cascarón duro. Finalmente podrás entrar a su mundo.
La adopción cuesta angustia emocional. La adopción es un camino brutal de emociones. Empieza con el papeleo, y para el momento que conoces a tu hijo, las emociones ya están al tope. Para cuando ya lo tienes en casa muchos de nosotros ya estas agotado emocionalmente. Y durante el tiempo de integración familiar, quizás te preguntes a donde se fue el amor, o porque te sientes enojada, o con resentimiento o con miedo. A través de los retos de una adopción te enfrentaras cara a cara con un propio quebrantamiento. Las situaciones difíciles siempre sacan lo peor de cada uno. No tengas miedo de pedir ayuda. Tu hijo necesita sanar, y quizás tu también.
La adopción te cuesta la vida fácil. Traer a tu casa un niño herido cambiará la manera en que vives la vida. Habrán retos, o hay vuelta atrás. Pero tu hijo te abrirá los ojos a muchas cosas más que sólo adopción. Tu entenderás lo que es la pobreza, el abuso, la perdida, el abandono, la soledad, el miedo y la realidad de nuestro mundo roto en una manera intima. Una vez que sepas, nunca verás atrás. Cubrirás a tu hijo con tanto amor como sea posible, harás lo posible por curar su corazón. Te pondrás firme y dirás “No más, hoy es el día para empezar una nueva vida” y se convertirá en una misión, un nuevo propósito, y expandirás la pasión más allá de tu familia, porque sabes que hay más que puedes hacer.
Una adopción te costará quien eres. No puedes volver atrás, la adopción te expandirá, moldeará, empujará a ser alguien diferente. Alguien que aprende el significado de escoger el amor día con día, y al hacerlo aprendes a amar profundamente, ferozmente. Alguien que no puede quitar la mirada de las injusticias sociales. Alguien que luchará por el niño al que le fue negado muchas cosas por mucho tiempo.
La adopción cuesta que tu corazón se expanda. Tomas a un extraño y lo conviertes en tuyo. Miras a sus ojos y le dices “No importa lo que venga en nuestro camino, lo haremos juntos, y yo te protegeré”. Y tomas lo bueno y también lo malo, lo tomas todo. Le permites cambiarte, retarte, moldearte. Y sabes que ella vale cada cosa por la que has tenido que pasar para que funcione, y tu sabes que más retos vendrán, pero los afrontarás uno por uno. Estás lista para que sea para siempre. Y no puedes creer lo afortunada que eres de llamar a este niño tu hijo. Es parte de ti, como la sangre que corre por tus venas. Y te llena de gozo, de orgullo y de amor, y quieres gritar tan fuerte para que el mundo lo sepa “Ella es mía”
No soy experta en adopción, pero se lo que es adoptar a una hija que paso sus primeros cuatro años de vida en un orfanato de Ucrania. La adopción no es sobre dinero. Hubo gastos antes de viajar y durante el viaje . El dinero vendrá, a través de campañas, donadores, becas, prestamos (después de todo obtenemos prestamos para nuevos carros, la vida de una persona lo vale como para pagar mensualmente). Lo que tu pagues es sólo una fracción del costo de una adopción.
La adopción cuesta todo de ti, cuesta cada parte de tu ser.
Ellen Stumbo escribe y hablar sobre encontrar la belleza en el quebrantamiento con honestidad y apertura. Ella es apasionada por compartir lo real – a veces bello y otras veces lo difícil – en aspectos de la fe, paternidad, necesidades especiales y adopción . Lee más sobre ella en su blog http://www.ellenstumbo.com