Escrito por Michelle H. mamá de Ciarra
Sabías que en el libro original del Mago de Oz, el hombre hojalata inicialmente si tenía corazón? De hecho, el estaba locamente enamorado, pero una bruja lanzó un hechizo sobre el para hacerle daño, una y otra vez, hasta que había perdido todos sus miembros, y tuvieron que ser remplazados con hojalata.
El hombre hojalata pensaba que ser así lo haría más fuerte, era como una maquina, imparable. Pero la bruja lanzó otro hechizo que hizo que se partiera en dos, y le quitó el corazón de su cuerpo. Aun así, el creía que eso lo había hecho más fuerte, porque de esta manera el no tenía que sentir, ni tenía que importarle las cosas, pero el sabía que algo le faltaba, y aun con su increíble cuerpo, el deseaba un corazón. Su cuerpo se hizo viejo y oxidado, y el anhelaba volver a amar.
Dorothy y el espantapájaros lo encontraron y lo llevaron con ellos al Mago de Oz para que le diera un corazón.
En el camino el espantapájaros y el hombre de hojalata hablaron
“En lugar de pedir un corazón voy a pedir un cerebro”, dijo el espantapájaros “sin cerebro no sabría que hacer con un corazón si lo tuviera”
“Yo pediré un corazón” respondió el hombre hojalata; “el cerebro no lo hace feliz a uno, sino el corazón y la felicidad es lo mejor del mundo ”
Cuando llegaron con el Mago de Oz le dijo al hombre hojalata “Y para ti, mi amigo de hojalata, quieres un corazón. No sabes la suerte que tienes de no tener uno. Los corazones nunca son prácticos hasta que puedan hacerse irrompibles”. El hombre hojalata contesto: “pero aun así quiero uno”
De muchas maneras, mi hija Ciarra es como Dorothy para mi, llevándome a mi corazón. Llevándome atrás a cuando era chica, antes de que los prejuicios nublaran mi visión y mi corazón. El mundo es como el espantapájaros, tratándome de decir que el corazón no importa, el cerebro es todo lo que cuenta. Como el Mago de Oz, se que teniendo el corazón abierto para que el mundo lo vea puede ser doloroso, y siendo así de abierta con otras personas me hace vulnerable y tener miedo. Aun así quiero eso.
Soy como el hombre hojalata, reconstruyendome pieza por pieza, permitiéndome aprender a ver lo que importa, buscando lo que es real e importante en la vida. El óxido se esta cayendo, mi corazón es lo que importa, y he aprendido que no importa lo que el mundo piense o quiera. Lo que realmente importa es saber amar.
Feliz mes de crear conciencia por el síndrome de Down Ciarra . Gracias por enseñarme a ver más allá de las cosas que no importan. Gracias por traer de vuelta mi corazón