A veces quisiera tirar la toalla.
A veces estoy tan cansada de corregir, de ir, de repetir, de hacer… cada día, todos los días.
A veces quisiera que la vida fuera fácil, no sólo para mí, sino para ellos.
A veces siento que damos 5 pasos adelante, y otras veces damos 7 pasos hacia atrás
A veces estoy cansada de demostrarle al mundo que son niños y recordarles que un día crecerán
A veces estoy cansada de educar sobre el síndrome de Down
A veces estoy cansada de dar explicaciones
No es todos los días, sólo a veces
Cansada de terapias, cansada de vueltas, cansada de saber que debo esforzarme más, cansada de buscar
A veces quisiera ser sólo una mamá.
Por que la mayoría de los días, los miro y veo que tengo dos joyas que Dios me dio
Dos niños que necesitan de mi, que necesitan de mi voz para expresar lo que no pueden, que necesitan de mi fuerza para sostenerlos cuando no pueden, que necesitan de mi guía para encontrar su propio camino, que necesitan de mi constancia para poder practicar, que necesitan de mi tiempo para poder aprender, que necesitan que yo desee buscar más
Si, a veces es cansado ser una mamá de dos niños con síndrome de Down, pero la mayoría de las veces me dedico a disfrutar la vida que Dios me dio a disfrutar la compañía de estos dos seres maravillosos que entre llanto y risa me enseñan a ser mejor persona. ¿Fácil? no siempre, imposible no!
Últimamente me he sentido algo cansada y después de un leve descanso, vuelvo a tomar energías y a enfocarme en lo que debo, el lado bonito de la moneda.
Y ustedes ¿Han tenido algún día bajo? ¿Qué hacen para sentirse mejor?