Estar en el jardín de niños le ayudo a ser más independiente, me preocupaba tanto como le iba a ir, como se iba a portar, quería buscar maneras de ayudarle y verdad es que le fue muy bien, tenía sus amigos, su lenguaje fue mejorando (mientras Elías iba aprendiendo a decir palabras iba dejando atrás las señas), los trazos, sus movimientos, su cuidado personal.

Llegue con miedo al jardín de niños, pensando que iba a decir la gente, que iban a decir los niños, como lo iban a tratar, preocupada por las maestras, pero poco a poco me fui dando cuenta que los demás lo veían como un niño más, bueno no! no como uno más, porque todos lo conocían, todos lo saludaban, los de tercero (un año más grande) lo buscaban, jugaban con el, es impresionante la aceptación que tuvo (y sigue teniendo).

Paso a tercero en el kinder y le toco una maestra muy buena también, se unió a la banda de guerra, participo en las asambleas, incluso con un dialogo que se memorizo y aun y con su lenguaje medió cortado le aplaudieron, saben que no es fácil para él y lo felicitan cuando logra algo!

Estamos tan agradecidos con la escuela, con los papás, con los niños, son una enorme bendición. No pudimos haber estado en mejor lugar. 

Y el centro down, igual! se trabajo con Elías en las diferentes áreas, donde con constancia hemos visto avances en todas las áreas.