Cierto día, caminando por la playa, ví a un chico que se agachaba a cada momento, recogía algo de la arena y lo lanzaba al mar. Hacía lo mismo una y otra vez. Tan pronto como me aproximé, me di cuenta de que lo que el chico cogía eran estrellas de mar que las olas depositaban en la arena, y una a una las arrojaba de nuevo al mar.
Intrigado, le pregunté sobre lo que estaba haciendo, a lo cual le respondió:
– Estoy lanzando estrellas marinas nuevamente al océano. Como ves, la marea es baja y estas estrellas han quedado en la orilla, si no las arrojo de nuevo al mar morirán aquí.
– Entiendo -le dije- pero debe haber miles de estrellas de mar sobre la playa. No puedes lanzarlas a todas, son demasiadas. Y quizás no te des cuenta de que esto sucede probablemente en cientos de playas a lo largo de la costa… ¿No estás haciendo algo que no tiene sentido?
El chico sonrió, se inclinó, tomo una estrella marina y mientras la lanzaba de vuelta al mar me respondió:
– ¡Para ésta sí lo tuvo!
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Katie, quien recientemente fue adoptada. Tiene 9 años y medio y el peso y estatura de un bebé de meses |
Hailee, la misma edad que Eva |
Charlotte |
Así como el cuento de la estrella de mar, podemos ir por la vida pensando que ¿para que tanto esfuerzo? si aun así hay muchos niños sin familia o ‘no tengo dinero suficiente para cambiar la vida de un niño’, o ‘yo no puedo adoptar por x o y’ pero no es así, cada UNO podemos hacer ALGO para hacer la diferencia en la vida de alguien!
No tiene que ser dinero, puede ser solamente pasar la voz…..
Nosotros supimos de Eva gracias a que alguien paso la voz! |
2 Comments on “La estrella de mar”
que lindo, es cierto! si todos hicieramos algo por alguien, el mundo seria mucho mejor!
Hermoso Ali!! Eva y ustedes han sido bendecidos porque Dios les dio la oportunidad de encontrarse!! Un abrazo!!