Les decía hace poco que en nuestra vida no todo es miel, hace poco leía en un blog sobre como se le perdió a esta señora sus dos niñas con síndrome down, y creo que jamás conté como se me perdió a mi Elías una vez, bueno ya van dos veces. :S

La primera vez, Elías tenia tres años y medio, el y yo nos fuimos a Michoacan a visitar a unos amigos misioneros que conocí por Internet y que también tenían una niña con síndrome down. Un día fuimos a Wal-Mart, como su niña aun no caminaba pues estaba en el carrito, yo muy valiente deje que Elías caminara, fue cuando nos detuvimos a ver algo, y de repente ya no estaba! me fui corriendo a buscar al guardia y con mis nervios no podía ni decir palabra: mi niño se perdió! me preguntaban el nombre y la ropa, y yo ni recordé que ropa traía! fueron los minutos más horribles! mi amiga lo encontró corriendo! Elías como si nada, el estaba jugando y riendo. que susto nos dimos!

Hace como un mes andábamos de compras, el traía una cámara de juguete y el en su inocencia, sin medir el peligro se fue tomando fotos, yo en un abrir y cerrar de ojos lo perdí! igual comencé a gritarle a las personas con las que iba, si Elías estaba con ellas, y no, ahí fue cuando entramos en pánico, y Elías tomando fotos como si nada.

Desde que comenzó a caminar casi no ha andado en carreola, procuramos enseñarle que no debe andar lejos, que no debe correr para huir, que si no se queda en el lugar lo agarramos de la mano, lo cual a el no le gusta. Ultimamente trae la novedad de que ya no quiere ir sentado en el carrito cuando vamos al mandado, así que ya sabe que debe de comportarse o sino al carrito.

En fin, esas son mis historias, y espero que no haya más 🙂