Normalmente no soy muy fan de los “días de…..” pero el que haya un día del síndrome de Down me trae sentimientos encontrados por que quiere decir que aun falta mucho camino por recorrer para que nuestros hijos tengan los mismos derechos que las personas sin síndrome de Down
Hace más de 100 años el dr. John Langdon Down describió a un grupo de personas como mongoles, pues tenían los rasgos físicos parecidos a los de aquella zona, además lo que la gente pensaba de ellos era limitado, no podrían hablar, vivirían poco y tendrían un aprendizaje muy limitado, sino es que nulo.
Con el pasar de los años se le puso “síndrome de Down” en lugar de mongoles, pero fuera de eso sigue siendo lo mismo, nada ha cambiado! sigue siendo una condición genética causada por un cromosoma de más en el par 21, en lugar de 46 cromosomas tienen 47. Pero lo que ha cambiado es la actitud de los que NO tenemos ese cromosoma de más HACIA ELLOS.
Cada vez hay más:
– doctores dan la noticia del síndrome de Down con una felicitación en lugar de pésame
– familiares y amigos que los aceptan
– atención a la salud
– escuelas “regulares” que acepten y realmente enseñen
– personas que en lugar de mirar mal, te dan una sonrisa
– leyes que den igualdad de derecho y obligaciones
Pero falta mucho camino por recorrer, porque aun hay gente que piensa como hace 200 años.
Elías y Eva tienen síndrome de Down, pero no sólo eso son niños que crecerán y serán adultos. Son hermanos, hijos, primos, nietos, sobrinos, bisnietos, vecinos, amigos y compañeros. Tan parecidos a ti y a mi. Les gusta jugar, correr, ver tv, que a veces no quieren hacer tarea, que les encanta ir al cine y salir a pasear, les gusta la nieve y las verduras a veces les cuesta probarlas. Son fanáticos de One Direction, bailan y cantan sus canciones, que en la mañana gruñen y dicen “no quiero ir a la escuela”.
Están aprendiendo a leer, sumar, escribir, inglés, a navegar en youtube, les encanta estar en el ipod/ipad, se les regaña cuando es necesario, y también se les felicita por sus logros.
Asisten a una escuela “regular” pública, cada uno en su grado de acuerdo a su edad, con maestras dedicadas y buenos compañeros.
Y aunque ambos tienen síndrome de Down los dos son muy diferentes entre ellos, Elías es más tranquilo y Eva es más aventada, lo de Elías es la música y lo de Eva son los deportes, Elías odia escribir y a Eva le encanta, tan diferentes como tu y yo lo somos, pero al final personas de carne y hueso con sentimientos, pensamientos y sueños, así como tu y como yo.
Gracias por tomarte unos minutos para leerme